Para que la imperfección no opaque la felicidad


Decía Epicteto que “Es un necio quien cree que la libertad consiste en que todo ocurra de acuerdo con nuestros deseos”  y casi todos estamos de acuerdo con ello. Pero cuando las cosas "no son como deberían ser" nos frustramos, nos rebelamos, nos enojamos, sufrimos de mil diferentes maneras. Las sesiones de asanas Yoga con su combinación de estímulo desafiante y aquietamiento interior y exterior van creando en nosotros las habilidades para salir con prontitud de esos estados.

Ante lo defectuoso nuestra vida se ve alterada y  se vuelve imperioso hacer algo, necesitamos restituir el orden esperado y cumplir nuestra expectativa; comenzamos entonces a improvisar, a chocar contra las circunstancias, nos estresamos, nos alteramos, problematizados, enojados contra lo imperfecto  en proporción a la importancia que le damos a la falla.

-Imperfecto es lo que no coincide con el ideal, con el estándar, con el objetivo que tenemos-


aros imperfectos y bellos como el Yoga
La belleza resplandece en lo que es único
Además con bastante frecuencia nuestros planes sufren accidentes que trastocan "lo que iba a ser", "lo que tenía que ser". Lo que se prometía perfecto termina no siéndolo y lo incompleto, lo defectuoso nos complica la existencia. Entonces nos sentimos justificados en la incomodidad, la rebelión y la tensión interna; y aquello de que "nadie es perfecto"  queda sólo para muy restringidas situaciones, cuando nada que realmente nos interese está en juego.

Reaccionamos pero no nos preguntamos qué es lo que esa imperfección está mostrando. Es indispensable entender que imperfecto es lo que no coincide con un ideal, con un estándar, con un objetivo que tenemos. Cuando eso sucede nuestra vida es afectada, sin embargo más de una vez el problema está en la expectativa: objetivos inalcanzables, ideales desconectados de las condiciones reales, expectativas sin sustento.

- Aún cuando la expectativa sea razonable la imperfección aparece por todos lados-


Está bien tener ideales y ponerse metas desafiantes siempre que sean parte de un proceso orgánico y realista. Más de una vez, por un voluntarismo ingenuo o por presiones interesadas nos encontramos buscando el cofre de oro al final del arcoíris. Cuando nuestras metas e ideales se vuelven tiranos que generan sufrimiento en nuestra vida y lo multiplican a nuestro alrededor es señal de que algo no está bien con ellos, y que el camino paras por buscar con sabiduría el punto de encuentro entre la expectativa y la posibilidad.
Y aún cuando la expectativa es razonable la imperfección aparece con frecuencia. Más de una vez nuestras mejores intenciones generan efectos no deseados, la relación con quienes amamos tiene claroscuros, los objetos se rompen, las máquinas fallan, el clima empeora, las instituciones tienen falencias y las leyes mil recovecos; nuestro cuerpo envejece y a veces enferma, nosotros mismos no terminamos de ser tal como querríamos.

Ante la imperfección y el accidente dos caminos se abren ante nosotros: el más habitual es quedarnos atrapados en nuestro enojo y alteración, perdiendo energía,  juzgando con rencor, intentando forzar las cosas y alimentando diferentes tipos de violencia que hacen que nos sintamos peor y generemos mayores problemas. Damos lugar en nuestro interior y en nuestra acción a condiciones que nos impiden cualquier tipo de acción hábil.
El otro camino es actuar sobre lo sucedido, sobre las condiciones interiores y exteriores; adaptarnos activamente buscando la salida primero del estado interior y luego de la circunstancia. Para ello es esencial entender y aceptar que cada uno de esos eventos imperfectos son sólo eso, y no agregarles nada más, no transformar un hecho en una historia, algo eventual en un objeto mental permanente.

-La práctica regular del Yoga ofrece constantes oportunidades de transformar la imperfección en crecimiento y libertad-


Como dice Eckhart Tolle el noventa por ciento de nuestro sufrimiento es innecesario. Buena parte del sufrimiento ante la imperfección comienza con una relación poco realista y reactiva ante lo imperfecto, porque la imperfección es inevitable, está siempre y por todos lados. Es imposible mantenernos apartados de la imperfección y los accidentes, como dijo el filólogo Fausto Cercignani "La perfección es el sueño de la imperfección que se rehúsa a despertar".

Una vieja historia de la antigua China cuenta del joven Rikyu que aspiraba a dominar la ceremonia del Te para lo que acudió a Takeno Jo, el más renombrado maestro de ese arte. Como prueba el maestro pidió al aspirante que pusiera en orden su jardín, trabajo al cual Rikyu dedicó el día entero cortando la hierba, podando arbustos, moviendo piedras y limpiándolo todo.
Cuando terminó miró el jardín, estaba inmaculado pero algo faltaba. Fue hasta el cerezo en flor y lo sacudió… algunas flores bajaron planeando hasta el suelo en un irregular patrón. Ahora el jardín era verdaderamente bello.
Takeno Jo, que observaba desde el pórtico supo que Rikyu estaba en condiciones de honrar la ceremonia del Te. Lo que está vivo crece, madura, se trasforma, eso es parte de la belleza y evolución natural.

El espacio de la felicidad empieza a abrirse cuando aceptamos la inevitabilidad del cambio y el accidente, y nos relacionamos proactivamente con ellos, cuando mantenemos una relación adaptable con nuestras expectativas, cuando entendemos que la imperfección es inevitable, reaparece en nosotros el aire fresco de la libertad, de las posibilidades; y encontramos en nuestro interior la fuerza y las capacidades para ser parte activa del proceso de transformación. La práctica regular del Yoga nos ofrece constantes oportunidades de enfrentar y transformar la imperfección volviéndonos constructores de una existencia plena.


Texto de Roberto Martínez
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 Foto: Imperfección por Marina del Castell CC-BY 2.0

La verdad que te construye

Las filosofías orientales se han esforzado por milenios en encontrar los medios para superar las vicisitudes y los sufrimientos de la vida humana… es decir: nuestros contratiempos y pesares.
Esa promesa y enfoque práctico y directo llaman nuestra atención, pero a veces quedamos entre confundidos y desalentados por ideas e imágenes que nos resultan extrañas e inentendibles.

Yoga es la capacidad de conectar con el significado personal

En todas las filosofías prácticas de oriente la verdad es concebida como herramienta de liberación. No tiene valor en sí misma, sino como útil que nos permite acceder a una forma de vivir plena, alegre, fructífera.
La verdad requiere además de ser conocida ser ejecutada y se  sostiene en nuestro hacer cotidiano por cuatro columnas que le dan solidez y estabilidad.  Estas cuatro columnas definen también todo el resultado de nuestras acciones, porque el fin siempre pre-existe en los medios.


- En las filosofías de oriente la verdad es concebida como herramienta de liberación-

 

La primera columna es TOMAR TOTAL RESPONSABILIDAD de nuestras acciones, reacciones, sentimientos y pensamientos. Tanto cuando nos enorgullecemos como cuando nos arrepentimos ellos somos nosotros en acción y nada ni nadie más.

La segunda columna son PUNTOS DE REFERENCIA MUY CLAROS. Aquí están principios y valores que no negociamos ni con las circunstancias, ni con nuestros gustos y disgustos, ni con nuestras comodidades e incomodidades. Las referencias ayudan a saber siempre dónde estamos y hacia dónde necesitamos dirigirnos.

El tercer pilar es superar las distracciones de lo urgente y ENFOCARNOS EN LO REALMENTE IMPORTANTE, en lo que hace la diferencia a largo plazo y marca el rumbo en nuestra vida.
El último pilar cierra el cuadrado poniéndonos de nuevo al principio… pero diferentes, sólidos, estables, porque en este punto CONVERTIMOS LA VERDAD EN ACCIONES CONCRETAS allí donde la vida nos lleve.

Incorporando estas cuatro prácticas vamos librándonos de las constantes trampas que egos y mentiras nos tienden, y además de saber que estamos en camino hacia la plenitud SENTIMOS QUE ESTAMOS EN CAMINO… DISFRUTAMOS NOSOTROS Y DISFRUTAN LOS QUE ESTÁN A NUESTRO ALREDEDOR.


Texto de Roberto Martínez CC-BY 4.0
Foto  de Martinak15 CC-BY 2.0